Alvaro Cuco de Venegas es una figura destacada en la gestión del cambio y la transformación digital, con una trayectoria que abarca desde corporaciones globales hasta startups innovadoras. Su enfoque estratégico se basa en colocar al capital humano en el centro de sus iniciativas, lo que le ha permitido liderar procesos de cambio exitosos en diversas industrias.

Cuco, con un MSc. en Innovación, Sociología y Nuevas Tecnologías, un MBA y un diploma de Harvard, combina su sólida formación académica con una vasta experiencia práctica. Su capacidad para abordar la gestión del cambio de manera holística, adaptando las soluciones tecnológicas a las realidades específicas de cada organización, ha sido clave en su éxito.

En su rol como mentor y digital coach, Cuco se enfoca en crear una cultura de innovación, utilizando herramientas como el Net Promoter Score (NPS) para medir y ajustar sus estrategias. Este enfoque basado en datos, junto con su habilidad para comunicar y formar equipos diversos, refuerza su reputación como un líder en su campo.

Además de su trabajo como consultor, también es un reconocido speaker y profesor, compartiendo su conocimiento sobre la importancia de la gestión del cambio en la era digital. Su énfasis en la empatía, la flexibilidad y la creatividad como herramientas esenciales para el éxito, lo convierte en una referencia imprescindible en el ámbito de la transformación digital.

¿Podría compartir un caso concreto donde la transformación digital que usted dirigió empoderó a los empleados y resultó en un crecimiento significativo para la organización?
Es muy comprometido sólo fijarse en un solo caso, pero para los pasados Juegos Panamericanos Santiago 2023, la mayor cantidad de gente vinculada a la organización eran todos voluntarios. No se les pagaba. Y a veces había dificultades propias de la distancia, los horarios de las actividades, las inclemencias del clima, así como las prioridades y compromisos familiares, que desarmaban cualquier planificación. 

En un evento en que las inscripciones y asignaciones estaban monopolizadas por un sistema informático, para incentivar reemplazos por imprevistos, la camaradería, la asignación de turnos en lugares privilegiados y otra serie de privilegios se derivaron a una plataforma intuitiva, que no dependía de si se caía o no el sistema ya que contaba con backup. 

Las ausencias disminuyeron drásticamente y, por el contrario, las reuniones “extraprogramáticas” se volvieron habituales hasta generar congratulaciones desde todos los rincones de la Pan América convocada, refiriéndose al espíritu colaborativo y de equipo que hizo posible tal hazaña. Todo gracias a pensar de una forma diferente.

Dada su vasta experiencia en múltiples sectores, ¿cómo ha influido su enfoque holístico en la implementación de estrategias de transformación digital y gestión del cambio?
El roce cultural sin duda alguna es una ventaja. Tanto por el acceso a recursos, el haber implementado soluciones en todos los continentes, en empresas de tan variadas dimensiones y dedicaciones, además de poner en práctica algo que aprendí con el paso del tiempo: la empatía. 

Aprender a no acelerar a fondo con todos, sino que estar más pendiente en mantener la carga en la carreta, aquello que los miembros más leales y destacados de la empresa añoren, es algo que hay que tomar muy en cuenta, antes de decidir “hasta cuánto se está dispuesto a cambiar”, ya que hay a quienes les cuesta mucho, hay a quienes si no se los explicas hacia dónde vas, no querrán emprender el viaje. Pienso que soy un aventajado.

¿De qué manera su formación en sociología y nuevas tecnologías le ha permitido abordar la gestión del cambio y la transformación digital de manera única?
Querer entender el cómo funcionaban las cosas me llevó al mundo de la Ingeniería. Las nuevas tecnologías duran muy poco siendo “nuevas” así es que el período de adaptación suele ser muy corto. Para ayudar a que las personas se acercaran a las soluciones innovadoras, me resultaba necesario entender el cómo pensaban. 

La sociotechnology existe como disciplina, y yo modestamente necesitaba mejores herramientas para entender la sinergia entre la sociedad y las nuevas tecnologías. Esa formación, sumada a la visión holística que me ha dado mi participación en muchas empresas Forbes 500, así como tener los sellos de 81 países en el pasaporte, ayudan de la mejor manera a abordar la gestión del cambio.

 

Empatía. Lo he mencionado antes y es un factor fundamental, que hay que fomentar y potenciar, regenerar y en algunos casos extremos, enseñar. No se trata de ser el más simpático, el más laxo en el trabajo, sino que quien sepa navegar en el estrecho laberinto de las redes humanas, en donde al igual que en una biblioteca, cada persona es un mundo. 

Es fundamental reforzar la idea nuclear de que es más importante comunicar que imponer; traducir en lenguaje cómodo de adquirir al igual que técnicas lúdicas ayudan a potenciar el factor humano en el proceso de transformación de la organización. Si se cumple con este fundamento, se asegura un equilibrio en el desarrollo personal como el profesional.

Como speaker y profesor, ¿qué lecciones fundamentales transmite a sus estudiantes y audiencias sobre la importancia de la gestión del cambio en la era digital?
 
 

El mensaje que suelen considerar más relevante es que en el factor del cambio, siempre el término “depende” es la clave para determinar dirección, intención, potencia, duración y alcance. Por otro lado, llevarlos con sus propios conocimientos y ejemplos de vida a enfrentar retos como la modificación de la zona de confort. Se trabaja mucho ese aspecto. También el juego de roles y ponerse en el lugar del resto. Nos ayudamos de herramientas de coaching, sociológicas y tecnológicas, además de poner en práctica toda la experiencia empírica y académica multifocal de que dispongo.

En su experiencia, ¿qué papel juegan la creatividad y el pensamiento lateral en la resolución de problemas complejos durante los procesos de transformación digital?
 
Es fundamental el “pensar diferente”. Es necesario enfrentarse a prismas, a caleidoscopios, a ejercicios de lógica filosófica y matemática, aunque sea de forma didáctica, pero deben tomar contacto con ejercicios que les hagan abrirse de mente, para que una gota no sea igual a otra, hace falta poder entender que una gota más una gota, no son dos gotas, sino que una. Más grande, pero una. Para ello me apoyo en una metodología de coaching desarrollada por LEGO® que es LEGO Serious Play, y como player certificado podemos trabajar con grupos numerosos alcanzando la excelencia desde la individualidad a la colectividad.

¿Qué consejo le daría a los jóvenes profesionales que buscan destacarse en la gestión del cambio y la transformación digital en un entorno empresarial cada vez más tecnológico?
 
Que no se enfoquen sólo en las tecnologías, ellas siempre llegan, tarde o temprano, por la puerta de al lado o la ventana trasera, llegan. Recomendaría tener especial sensibilidad a detectar la permeabilidad, la capacidad, potenciar a los embajadores y a los autodidactas, a los propensos al cambio y a los impulsores de este. 

Que ningún proceso es suficiente, no hay ninguno inalcanzable, así como no hay ninguna gestión del cambio pequeña. Esto, y salvando las distancias con el deporte, pero seguramente la analogía nos sirve para comprender que, para llegar a jugar con los grandes, es necesario haber pisado las canchas pequeñas, las más humildes, las más lejanas. Esas representan el mayor desafío. 

No por ello alguien va a rechazar la oportunidad de jugar con el Real Madrid, pero si se quiere jugar bien, que te incluyan en el equipo titular y no te saquen con el primer cambio de temporada, tienes que tener espaldas, ser capaz de jugar con todos los balones, en todos los campos, con compañeros de equipo peores o mejores y, por, sobre todo, no te puedes confiar de poder tener éxito contra otro equipo, si no eres capaz de medir las capacidades de tu propia escuadra.

En algunas organizaciones hay normas muy concretas. Hay países en los que se fomenta el criterio empático desde las leyes. Sin embargo, la mejor manera de abrirse y estar en condiciones de ayudar a abrirse a otros, es realizando tareas de equipo, reuniones virtuales o presenciales que incluyan los juegos de roles y el estudio de experiencias como de los clientes, los proveedores, trabajadores de otras filiales, y así darse cuenta que lo que “dice la norma”, no siempre atiende a la lógica del usuario, lo que “dice el sistema” está desfasado o abiertamente obsoleto, y tal vez lo más destacado, saltarse las diferencias generacionales, de sexo y académicas: siempre hay una buena excusa para compartir vivencias personales que nos acerquen los unos a los otros.