La economía de Georgia seguirá creciendo el próximo año, pero a un ritmo más lento que en 2024, dijo el viernes el decano de la Facultad de Negocios Terry de la Universidad de Georgia.

Se proyecta que la economía del estado crecerá un 2,4% en 2025, frente al 3,1% de este año, dijo Ben Ayers en un salón repleto de líderes empresarios en el Acuario de Georgia en el centro de Atlanta.

Sin embargo, Georgia seguirá superando a la nación, que según los analistas económicos crecerá un 1,6% en 2025.

“Dado que la desaceleración económica de 2025 se debe a un cambio deliberado de política y no a un shock económico o un factor fuera de nuestro control, creemos que la desaceleración será gradual y no durará mucho”, dijo Ayers.

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El principal factor que impulsa la desaceleración de Georgia es la decisión de la Reserva Federal en 2022 de restringir los préstamos para controlar la inflación, lo que logró reducirla del 8% en 2022 al 3% este año y a un 3% proyectado para 2025.

Como resultado de la menor inflación, la Fed comenzó a recortar las tasas de interés en septiembre.

“Esperamos recortes adicionales de tasas en 2025 y el ajuste cuantitativo terminará”, dijo Ayers. “Estas medidas de política, el mercado laboral resiliente y el éxito económico reciente garantizarán que la economía de Georgia crezca durante 2025 y se acelere en 2026”.

Ayers predijo que la tasa de desempleo de Georgia aumentará levemente del 3,7% al 4%, cifra inferior a la del 4,3% prevista a nivel nacional. El aumento del desempleo se deberá a una menor contratación y no a despidos, afirmó.

John Silvia, economista radicado en Charlotte, Carolina del Norte y presidente de Dynamic Economic Strategy LLC, dijo que las perspectivas económicas para 2025 a nivel nacional son nubladas porque aún no está claro hasta qué punto el presidente electo Donald Trump buscará cumplir sus promesas de campaña.

El republicano Trump ha prometido más recortes de impuestos además de las reducciones que logró en el Congreso durante su primer mandato en la Casa Blanca, una agresiva desregulación gubernamental, aranceles severos a las importaciones y una ofensiva contra los inmigrantes ilegales.

Pero Silvia dijo que los aranceles más altos amenazan con aumentar el precio de los productos que no se pueden producir en Estados Unidos, lo que contradice la promesa de Trump de reducir la inflación.

“En Michigan no se pueden cultivar plátanos, ni tampoco café ni cacao”, afirmó.

Silvia dijo que deportar grandes cantidades de inmigrantes ilegales amenazaría a las industrias estadounidenses que dependen de la mano de obra inmigrante, incluida la agricultura (la industria número uno en Georgia), la manufactura y la construcción.

"No vamos a lograr hacer el trabajo si me dicen que todos estos inmigrantes tendrán que irse", dijo.

Silvia predijo que no es probable que la inflación en Estados Unidos regrese al nivel previo a la pandemia del 2%, mientras que las tasas de interés probablemente se mantendrán en el 4% o más.