El Producto Interno Bruto de Chile creció un 2,3% interanual en el tercer trimestre de 2024 con un dato previo de 1,6%. Este crecimiento fue impulsado principalmente por servicios personales, minería, transporte, industria manufacturera y comercio liderando el avance. Las exportaciones e importaciones reportadas el 7 de noviembre también muestran un crecimiento.

El Fondo Monetario Internacional ajustó al alza sus proyecciones para la economía chilena, estimando un crecimiento del PIB del 2,5% para 2024, reflejando una mejora en las expectativas económicas del país.

La minería, especialmente la del cobre, continúa siendo un pilar fundamental para la economía chilena. BHP Group anunció planes de invertir al menos 13.700 millones de dólares para aumentar la extracción de cobre en la mina Escondida, la más grande del mundo. Esta inversión busca mantener la producción anual en 1,6 millones de toneladas hacia finales de la década, en respuesta a la creciente demanda global de cobre, esencial para la transición energética.

El peso chileno ha mostrado estabilidad relativa en el segundo semestre del año, aunque no ha sido sobresaliente. La reducción de la tasa de interés de referencia al 5,25% en octubre indicó una tendencia hacia la flexibilización monetaria, lo que podría impactar en el tipo de cambio y en las exportaciones chilenas.

En cuanto a las acciones chilenas, es de resaltar el aumento de volatilidad este año como reflejo de las incertidumbres políticas y económicas tanto a nivel nacional como internacional. Sectores como la minería y los servicios pueden atraer el interés de inversores locales y extranjeros para generar oportunidades en el mercado accionario en el mediano plazo. A pesar de ello, la confianza empresarial es muy baja, el desempleo es alto y la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos incrementa las posibilidades de más obstáculos para China, que es considerado como importante socio comercial de Chile. Aquí es importante mencionar que la relación entre el presidente chileno Boric y el presidente estadounidense electo Donald Trump es tensa debido a diferencias ideológicas y críticas previas que podrían complicar la relación bilateral. Sin embargo, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, ha enfatizado que las opiniones ideológicas pasadas no deberían afectar una relación de Estado sólida entre ambos países.

Para superar las diferencias y mantener relaciones internacionales saludables, se espera que el gobierno de Boric adopte una diplomacia estratégica y pragmática, enfocándose en intereses comunes y buscando puntos de convergencia que beneficien a ambas naciones.