El atletismo es de los deportes que más exigencia física necesita debido al alto impacto que tiene sobre los tobillos y las rodillas. Cada año se rompen récords gracias a la tecnología que se utiliza para mejorar la técnica, como de los tenis para que el impacto sea menor y la velocidad, mayor.
Bajo este contexto, se podría pensar que este es un deporte que solamente pueden practicar personas que estén en su tope de salud o que no tengan ninguna limitación física. Sin embargo, Betty Lindberg, una estadounidense de 98 años de edad, demuestra que esa afirmación es una falacia y que no hay edad para completar una competencia atlética.
Lindberg es una mujer nacida en Atlanta, Estados Unidos, que comenzó en el mundo del atletismo a los 65 años cuando se jubiló del trabajo. Desde ahí, ha participado en varias competencias en las que se ha ganado el reconocimiento gracias a su esfuerzo y dedicación.
La mujer corrió en la Publix Atlanta 5K, registrando un tiempo de 59 minutos y 6 segundos, superando a cualquier registro de su grupo de edad en el campeonato de la Federación de Atletismo de Estados Unidos en su categoría Masters. Lindberg estuvo todo el tiempo caminando, marcando un promedio de 11 minutos por kilómetro.
Al llegar a la meta, la competidora fue recibida en medio de fotografías y aplausos, a lo que ella no le prestó atención hasta detener su cronómetro, una norma tácita entre los que practican esta disciplina.
Al preguntarle acerca de si piensa en el retiro, Lindberg comentó: “Creo que simplemente no conozco nada mejor. Tan pronto como cruzo la línea de meta, todos los dolores y molestias simplemente desaparecen. Siempre digo que no sé si volveré, pero aquí estoy”.
El año pasado, la nativa de Atlanta fue noticia cuando aplastó el récord mundial anterior de 5 km para su grupo de edad en más de 30 minutos, con un tiempo de 55:48. Ese logro, establecido en 2017 por Betty Ashley, de 96 años, fue de 1:28:36. Lindberg le dijo a los medios locales en esa carrera que pensaba que el récord era alcanzable, pero estaba sorprendida por su velocidad.
Desde su primera carrera en 1989, solo se ha perdido una y por eso se ha ganado el reconocimiento de los medios locales que cubren este tipo de competencias. Lindberg trabaja con un entrenador personal tres veces por semana para mantenerse en la mejor forma de las carreras mientras sigue corriendo por su barrio con regularidad.