AIRD Promoviendo La Economía Circular por un país más sostenible
La economía circular es un modelo de desarrollo económico y de negocios que propone recuperar materiales ya procesados y convertirlos de nuevo en materias primas reutilizables, con el fin de eficientizar costos y proteger el medioambiente, bajo la premisa de que los recursos naturales no renovables son cada vez más escasos y costosos, por lo que su uso circular contribuye a reducir costos y a preservar el medio ambiente.
Almánzar, líder empresarial dominicana y Vicepresidenta Ejecutiva de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), explica cómo este principio internacional, incorporado como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ha sido asumido e impulsado por la AIRD.
“La República Dominicana comprometida con este objetivo, por lo que la AIRD vio allí una oportunidad para mejorar la competitividad de las industrias dominicanas, contribuyendo a disminuir la importación de productos como el petróleo, la resina y el plástico, a la vez que se reduce la extracción de recursos naturales.” Afirma la vocera de AIRD. Agrega que un buen ejemplo de esta práctica en el país está siendo representada en empresas como Moldosa, que lleva 18 años transformando papel en embalaje ecológico biodegradable. También Cemex es un ejemplo de ello, pues procesa gomas viejas y las convierte en gases de combustión.
En ese sentido, la AIRD, junto a sus casi 20 socios, EcoRed, Adiplast, Adocem y Asibenas, ha puesto en marcha el programa de Innovación y re-manufactura en los sectores del plástico y la construcción, iniciando con las botellas de plástico PET.
“Estamos logrando que las empresas trabajen como conjunto y no aisladas unas de otras. Un trabajo en conjunto con ayuntamientos, Gobierno y otras instituciones para sembrar una cultura que fomente el reciclaje y la economía circular.” Explicó Almánzar.
Añade que este te modelo se traduce en diversos beneficios para el país al migrar de la economía lineal, en la que el residuo sólido es considerado basura, hacia una economía circular,en la que el residuo sólido es considerado materia prima. “Al hacer esto se están generando miles de empleos, muchos emprendimientos empresariales (incluyendo la posibilidad de una gran planta de procesamiento), así como una cultura amigable con el medio ambiente en la que las empresas disminuirían sus requerimientos de divisas para la importación de materias primas”, afirma Almánzar.
Beneficios de la transición hacia la economía circular
La migración de economía lineal en donde el residuo sólido es considerado una basura, a una economía circular en que el residuo sólido es considerado materia prima. Al hacer esto se están generando miles de empleos, muchos emprendimientos empresariales (incluyendo la posibilidad de una gran planta de procesamiento), así como una cultura amigable con el medio ambiente. Las empresas disminuirian sus requerimientos de divisas para la importación de materias primas.
“En el país se producen cerca de 14,000 toneladas diarias de residuos, y gran parte es material reciclable que se desecha en más de 328 vertederos a cielo abierto. Tenemos problemas de recolección, contaminación de ríos y playas, suelo, agua y aire; situaciones sanitarias e inundaciones. La acumulación de residuos sólidos es una de las fuentes principales del calentamiento global que nos amenaza, por eso es urgente que nos aboquemos a la economía circular”, comenta Almánzar.
Para lograr el aprovechamiento de un residuo, este debe estar diseñado para ser reciclado, y esta es precisamente la primera etapa de la economía circular: el diseño. Los productos deben cumplir con algunas características que hagan más fácil y posible su valorización. “Se debe trabajar en el diseño de productos sostenibles. Desde el Proyecto de Economía Circular, el primer paso fue la firma de un convenio de autorregulación de plásticos PET, en el que los productores y embotelladores se comprometen a cumplir con una serie de características en los envases que ponen en el mercado para que puedan ser reciclados en un 100%.”
El objetivo final del proyecto es generar un cambio de conducta en las empresas locales, de manera que su modelo productivo sea sostenible y con bajo impacto al medioambiente. De manera específica, este proyecto busca reducir y aprovechar al máximo la cantidad de residuos postindustriales y post-consumo que se generan en el país.
Próximamente, más de 20 empresas productoras y embotelladoras implementarán la etapa de colocación de centros de acopio o recolección de botellas plásticas, dándoles valor monetario, impulsando la educación y la conciencia ciudadana. “Tenemos el objetivo de que, en unos siete años, más del 50% de las botellas sean recicladas y, por lo tanto, reutilizadas en el proceso de fabricación de la industria del plástico.”
Pero ¿Está el empresariado dominicano sensibilizado y orientado hacia una economía circular? “La respuesta es extraordinariamente positiva, tenemos un compromiso que va más allá de declaraciones, es un compromiso financiero. A las empresas, además de su responsabilidad social, las mueve la eficiencia, la reducción de costos y la competitividad, y esto es parte de los resultados que vamos a alcanzar”. Aseguró la VP de AIRD.
Basados en su experiencia ¿Cuáles son los retos y desafíos que enfrenta el país en cuanto a la aplicación de la economía circular? “Para que los negocios en torno a los residuos sólidos, incluyendo el plástico, se desarrollen, se requiere un marco legal adecuado; instrumentos económicos que fomenten el reciclaje, sostenibilidad financiera en sus diversas fases, desarrollo institucional, educación y participación de diversos actores involucrados”, puntualizó para cerrar Circe Almánzar.