Existen cada vez más líderes que están asumiendo el rol de contribuir al mundo

Afirma el experto que esta generación será recordada, como la generación de líderes que, viendo tamaño desafío, no escatimó en esfuerzos por revertir la situación en la que nos encontramos.

David Falcón es asesor de ESG, Cambio Climático, Gobiernos Corporativos y Riesgos Estratégicos, con experiencia de más de 18 años con clientes de diferentes países de LATAM, Canadá y Estados Unidos, incluidas organizaciones multilaterales, ONG, negocios de consumo, minería, petróleo y gas, bienes raíces, servicios financieros y manufactura.

Encargado de apoyar a las organizaciones a comprometerse con el desarrollo sostenible de manera estratégica, Falcón considera que las empresas enfrentan varios dilemas ante la inminente revolución de la sostenibilidad que vive el mundo. “Primero, hay veces que esto se visualiza como un costo y no una oportunidad. La idea es transformar organizaciones que generen un impacto y que permiten ver las oportunidades que trae esto. Segundo, la poca estandarización de información de marcos, estándares, guías e incluso conceptos en materia de sostenibilidad que muchas veces tienden a nublar un poco el camino y desvían hacia donde puede ir una empresa. Se suma también la falta de comunicación en la organización y la poca alineación de temas que se están trabajando. Tercero: nuevas soluciones tecnológicas al servicio de la sostenibilidad, para reducir emisiones o para generar mayor impacto social”, señala.

 

Desde una perspectiva personal, ¿qué ha sido lo más gratificante de su carrera profesional como asesor corporativo en sostenibilidad?

Lo más gratificante en mi carrera ha sido la contribución de forma directa e indirecta a las persona, a través del apoyo a empresas, organizaciones multilaterales, transnacionales y gobiernos; he visto cómo se les ha mejorado la vida a las personas. Desde este punto de vista, puedo ver que las contribuciones de todos pueden ayudar a transformar el mundo en uno más sostenible. Las compañías están ávidas de soluciones, guías, apoyo y desarrollo para orientas sus esfuerzos estratégicos en la dirección del desarrollo sostenible. Existen muchas inversiones disponibles, está el ímpetu de muchas organizaciones, existen cada vez más líderes que están asumiendo el rol de contribuir al mundo y tenemos las capacidades para lograrlo, es el momento apropiado.

Esta generación de líderes empresariales se ha visto enfrentada a un desafíos mayúsculo, en el que tienen que saber tomar definiciones de mayor impacto social y ambiental, con un espacio de incertidumbre cada vez mayor. Pero también, esta generación será recordada, como la generación de líderes que, viendo tamaño desafío, no escatimó en esfuerzos por revertir la situación en la que nos encontramos; tenemos mucho más por hacer, pero no cabe duda que existen muchos más líderes que buscan un espacio de contribución a su empresa, a su comunidad, a su país, al mundo en general, y este es el momento para hacerlo.

 

¿Cuál considera usted que es el papel del líder en la transición sostenible?

El factor clave actual es que hay que mirar la sostenibilidad como un punto estratégico y lograr articularlo al interior de la empresa. Desde el directorio hay que establecer una estructura que permita supervisar, monitorear y gestionar estos factores. Que hayan objetivos y responsabilidades súper claras que permitan ir avanzando en el seguimiento y cumplimiento de la estrategia ESG.

Es necesario también que se le dé transversalidad a los temas, que todas las áreas de la organización estén involucradas, no es solamente la de sostenibilidad. El papel central de los gobiernos corporativos juega un rol muy importante en las temáticas ESG porque son ellos al final los responsables de gestionar y administrar de manera sostenible su organización.

 

¿Es la sostenibilidad una verdadera revolución en la agenda empresarial del planeta? ¿Cómo ve a la región en este sentido?

En Deloitte hicimos un estudio llamado “Turning Point: un Nuevo Clima Económico en América del Sur”, para reforzar lo que todos sabemos: estamos en un punto de inflexión global y las decisiones que tomemos ahora serán cruciales para dar forma a la economía y el clima del planeta en los próximos años. Lograr cero emisiones netas para 2050 ya no es un objetivo, sino un imperativo económico mundial, con beneficios para todos.

En el estudio se puede ver cómo en el caso de América del Sur, se esperan pérdidas millonarias en los próximos 50 años si no se controla el cambio climático. Si bien nos encontramos en un momento crítico, Chile, por ejemplo, podría transformar su economía y negocios si logra alcanzar la carbono-neutralidad. Para eso, tenemos que empezar a actuar ahora.

De los temas levantados visualizamos que para 2070 Sudamérica podría tener 2 millones de empleos más de los que tendría en un mundo lleno de emisiones y dañado por el clima. El beneficio neto de la transición podría crecer al 1 % del PIB en 2070, US $ 150 mil millones, un beneficio que podría aumentar con cada año subsiguiente.

 

Estos y más ejemplos lo pueden encontrar en la plataforma del estudio https://www2.deloitte.com/cl/es/pages/about-deloitte/articles/sudamerica-turningpoint.html.

 

Como asesor de empresas de energía y minas, ¿considera que este sector tiene oportunidades para ejercer una influencia positiva en el logro de las metas de carbono-neutralidad planteadas para 2030?

El sector de energía y minería muestran una alta competencia por el mercado, lo que ha propiciado el dinamismo necesario para una rápida incorporación de nuevas fuentes de energía renovable que se ha precipitado en los últimos años. Lo anterior, permite que, en la próxima década, se alcance un muy alto nivel de participación de energía limpia, reduciendo así la huella de carbono.

Ejemplo, las dos mayores formas de consumo de energía en Chile, incluyen la electricidad y los combustibles que alimentan el transporte y los procesos industriales. Habiendo una gran oportunidad si el sector energético reemplaza los combustibles fósiles por energías limpias, manteniendo y aumentando la competitividad de la economía. Las energías limpias desarrollan tecnologías y sistemas logísticos que las hacen confiables, competitivas, y ambientalmente sustentables a nivel de sus efectos locales y globales, reduciendo sustantivamente la emisión de gases de efecto invernadero (en la actualidad el 77 % de las emisiones provienen de este sector). Chile logra posicionarse entre los tres países OCDE con menores precios promedio de suministro eléctrico. El país vive una tremenda oportunidad en transformarse en líder exportador de energía limpia, desarrollando y adaptando tecnologías para su almacenaje, siendo uno  de los principales productores de hidrógeno verde del mundo. La producción de energía limpia, y su bajo costo, es, definitivamente, en un factor de crecimiento para el país.

Algunas oportunidades relacionadas al sector energético y de minería en miras a la carbono neutralidad son:

 

  • Aumentar la participación de la electromovilidad o la sustitución por combustibles derivados del Hidrógeno o biocombustibles.
  • Reducción al mínimo del uso de agua continental para la industria minera, promoviendo otras fuentes que no compitan con el consumo humano.
  • Fomentar que los contratos de energía eléctrica provengan de fuentes renovables en operaciones de gran minería y mediana minería.
  • Adoptar sistemas de trazabilidad de la huella ecológica minera, confiables y reconocidos internacionalmente.
  • Promover la reducción, reutilización y reciclaje de los residuos mineros, promoviendo la creación de valor a partir de los mismos.
  • Conservación de biodiversidad en los proyectos minero-metalúrgico y sus encadenamientos, tomando en cuenta el ciclo completo, incluyendo construcción, operación y cierre.

 

¿No ser sostenible entraña riesgo para una empresa hoy día?

La sostenibilidad siempre se ve del lado de los riesgos y las oportunidades. Hay muchas oportunidades pero, además, hay muchos riesgos en caso de no gestionar. Hemos notado, claramente, que no adecuarse a la sostenibilidad genera riesgos irreversibles. La sostenibilidad va de la mano del crecimiento de la empresa. Todos estos temas le impactan a la empresa, el tema de la retención de talento también significa costos, el no gestionar el uso eficiente de agua, energías sin costos para la empresa. El tema de no tener un gobierno corporativo estable puede significar corrupción o riesgos reputacionales. También la empresa puede quedar fuera del acceso a capital, ya que los inversionistas están cada vez más conscientes de este temas y piden más información, que están regulados y presionados por terceros u otros stakeholders.

A modo resumen, esto viene de muchos lados, los gobiernos con leyes de cambio climático, son los reguladores como la CMF, son los inversionistas, los consumidores, colaboradores, empleados.

 

¿Cuáles considera usted que son los grandes desafíos que, como región, tenemos para ser más sostenibles y resilientes? ¿Cuál sería el rol del empresariado?

Durante el último siglo, la economía de los países de América se ha beneficiado considerablemente de la industrialización basada en combustibles fósiles y una expansión agrícola intensiva en carbono. Esto ha llevado a la falsa creencia de que el crecimiento económico y el alivio de la pobreza son incompatibles con una acción climática significativa.

Sin embargo, este camino ya no es viable para una sociedad sostenible y próspera. El aumento de las temperaturas y, por tanto, los cambios en los patrones climáticos se traducirán rápidamente en pérdidas económicas y comerciales; afectando directamente a nuestra tierra, nuestras infraestructuras y, sobre todo, a nuestra gente.

En los países sudamericanos, donde las diferentes culturas, desigualdades y contradicciones marcan las sociedades locales, este periodo de transformación será probablemente complejo. Donde los líderes regionales pueden hacer una elección es en la identificación de las oportunidades del cambio, innovando por delante de las necesidades y colaborando para lograr resultados sistémicos. Las transiciones son siempre un reto, pero revertir el Cambio Climático es un imperativo mundial. Ahora debemos trabajar juntos -gobiernos, empresas, ONGs- para desarrollar y aplicar el tipo de soluciones innovadoras que este momento requiere.

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